Toda imagen corporativa, se crea en su origen transmitiendo la identidad de la marca, sus valores, su carácter y su diseño reconocible.
Pero esa imagen nace dentro de un contexto temporal que determina su tendencia y estilo para ser reconocido y recordado por los clientes.
Los elementos que la componen como tipografía, formas, colores y configuración está conectada a ese tiempo en el que fue concebida.
El encargo de actualizar una imagen a un contexto actual, siempre es un reto ya que no podemos perder su esencia que sigue viva y conocida
por todos, pero a su vez debemos evolucionarla a un estado fresco, actual y en tendencia.
Una imagen con “second live”