Analizamos la situación: ahora dispongo de una vivienda, grande pero antigua, necesita un cambio radical para adaptarse a lo que necesito, pero sin embargo está bien situada en la ciudad.
¿Vendo o reformo?.
La verdad es que no encuentro una vivienda en un lugar tan privilegiado a un precio que se adapte a mis posibilidades. Además ninguna tiene la distribución que me funcione, ni los acabados que me gustan, ni las instalaciones que necesito.
No hay duda, con un presupuesto menor a la compra de una vivienda nueva, puedo reformar ésta íntegramente y será la casa ideal para mi, porque la proyecto desde cero a mi gusto.
Un antes y un después